sábado, 17 de noviembre de 2007

La "verdadera" batalla

Ante la ya muy próxima nueva presentación de nuestra “representación” nacional, y a pesar de la debilidad que a priori indicaría Bolivia más jugándose aquí, de todos modos estimamos conveniente seguir reflexionando brevemente, sobre las anteriores presentaciones.
No sirve para nada, ni nadie, que nuestro coach descargue tensión o probables frustraciones futbolísticas recientes, en escaramuzas mediáticas con cronistas o mobileros, atribuyéndoles ser “contras”. Aún en el caso que así fuera, sería mejor que quien supiera atacar y lo hiciera, fuera la selección y no su conductor intentando reemplazar lo que su equipo aún no sabe o no logra hacer. Su atención y energías deberían estar enfocadas en sus prioritarias “batallas” tácticas, y no en las mediáticas. Su propuesta de juego colectivo debería ser la que respondiera por él. Lo demás es solo más conventillo mediático berreta del que ya nos inunda, y que encima multiplican luego en interminables subdesarrollados debates y hasta incluso repetidas defensas corporativas y/o afectivas, como invalorables aportes a la confusión y mediocridad general, logrando solo llenar mas espacios de nada. Desperdicio de tiempo y energías.

Lo que sí debería ocupar al Coco Basile, es que ya en varios de los últimos enfrentamientos, (y no ante rivales del máximo nivel como podría ser Brasil que nos barrió 3 a 0 dos veces en menos de un año), nuestra selección haya tenido excesivamente que depender, al igual que el reciente Boca Campeón de la Libertadores, casi siempre de la extraordinaria pegada de Riquelme para abrir los partidos, como sucedió ya en cuartos con Perú en la Copa América luego de 50 minutos, o también en semis con México luego de 45 y con remates en nuestros postes antes y después, o en el último ante Venezuela. O incluso directamente hasta también para poder ganarlos como sucedió recientemente contra Chile aquí.
Contra la potente Francia en Febrero, Saviola no solo hizo el gol, sino que fue el mejor jugador de la cancha, pero ni siquiera fue a la Copa América a pesar de su pase al Real Madrid. Cuando se lesionó Crespo en la Copa América, entró Milito, pero los dos siempre jugaron sin al menos un asistidor lateral, al estilo Barros Schelotto en los goles de Palermo. Milito entonces no gustó y lo reemplazó Tevez. Como Tevez era sabido no es primera punta para el inamovible 4-3-1-2, ahora otra vez parece que volvemos a Crespo... como si fueran similares, o piezas intercambiables. ¿Y quién lo va a asistir? Messi nunca cumple ese rol jugando por derecha, donde como se vio en los últimos 8 partidos, por allí solo hizo 2 goles y rinde mucho menos que por la izquierda debido a su problema de perfil y a su limitada formación futbolística europea carente de engaños y mentiras. Si encima el medio juego que rodea a Riquelme vuelve a ser el de los 3 correcaminos, entonces la pregunta es simple. De no mediar jugadas accidentales ¿otra vez vamos a tener que depender excesivamente de la pegada de Riquelme para generar llegadas?
Armar la selección con los otros jugadores que estén de moda porque coyunturalmente andan bien en sus equipos, independientemente de sus características, o sin evaluar su posible complementariedad y compatibilidades futbolísticas en el campo de juego y a veces incluso hasta en la vida, no parece ser la mejor manera de ir teniendo un equipo que sepa a que juega y más con el escasísimo tiempo de práctica conjunta del que se dispone dadas las imposiciones del mercado. Ya hay muchas pruebas históricas de que solo una colección de grandes nombres no hacen un equipo Y la falta de equipo no se soluciona luego aprovechando micrófonos eventuales. Hay que saber jugar y atacar en la cancha. Porque además tampoco hay tanto funcionamiento defensivo como para disimularlo.

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